“La evidencia del cambio climático son las olas prolongadas de calor, como la que vivió Argentina”, afirmó un científico de la NASA

  • 24 de abril de 2023

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En el marco del Día de la Tierra, el investigador Edil Sepúlveda, científico de la Tierra en el Centro de Vuelo Espacial Goddard, explicó a Infobae por qué todavía estamos a tiempo de salvar al planeta y mantenerlo habitable.

Los informes científicos sobre la salud de la Tierra son cada vez menos optimistas y muchos ya hablan de una condición irreversible para el sostenimiento de la vida. Pero todavía hay esperanza, dicen muchos otros expertos, en el marco del Día de la Tierra.
 
Desde Naciones Unidas, hasta varias agencias gubernamentales y organizaciones prestigiosas a nivel global publican mensualmente documentos que evidencian concretamente que estamos empeorando en cuanto a los niveles medioambientales en el mundo.
 
Las reiteradas olas de calor, las prolongadas sequías, los incendios forestales, las inundaciones y huracanes y el permanente deshielo que sufren los polos, son el resultado de los cambios en el clima global en las últimas décadas producto de la emisión de Gases de Efecto Invernadero (GEI) que causan el cambio climático que vivimos.

En enero, la misma NASA advirtió que el 2022 fue el quinto año más caliente desde finales del siglo XIX. Y esta semana se conoció que a nivel global, los últimos ocho años han sido los más cálidos registrados desde 1850 con temperaturas de 1,15 grados centígrados por encima del promedio preindustrial, según alertó la Organización Meteorológica Mundial (OMM) en el informe “Estado del Clima Mundial 2022″.

En una charla exclusiva con Infobae en el marco del Día de la Tierra, el investigador Edil Sepúlveda, científico de la Tierra en el Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA, explicó por qué vivimos al límite respecto a la contaminación que estamos generando en el planeta y qué posibilidades hay de revertir esta dramática situación que genera millones de muertos anualmente y compromete el futuro de las próximas generaciones, con la amenaza de un mundo con temperaturas tan elevadas que resultaría muy difícil producir alimentos, gozar de una buena salud y fundamentalmente, sostener la vida.

“La principal evidencia del cambio climático que ya estamos experimentando y sufriendo son las olas prolongadas de calor, como la que ha vivido Argentina este verano, al igual que gran parte de Sudamérica y también hace seis meses en Estados Unidos y Europa. Lo hemos visto antes y lo veremos repetirse con más frecuencia. Habrá más sequías, con más incidencia de evaporación de agua. Es realmente preocupante”, explicó Sepúlveda mediante un video conferencia desde Estados Unidos.

“El informe más reciente del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático de la ONU ya advirtió que veremos eventos climáticos más severos y con más frecuencia en la medida que no se reduzca la contaminación global y siga subiendo la temperatura del planeta”, precisó el experto en clima de la NASA. La agencia de la ONU destacó los indicadores preocupantes que marcan el avance devastador del cambio climático. Estos incluyen temperaturas récord en Europa, el avance de la sequía y olas de calor en América Latina, el derretimiento de glaciares y la caída del hielo marino en la Antártida al nivel más bajo registrado en 2022.

El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) fue creado en 1988 para facilitar evaluaciones integrales del estado de los conocimientos científicos, técnicos y socioeconómicos sobre el cambio climático, sus causas, posibles repercusiones y estrategias de respuesta. Desde el inicio de su labor en 1988, el IPCC ha preparado seis informes de evaluación de varios volúmenes sobre el cambio climático que sufre la Tierra.

Según se desprende del mismo, si todos los países del mundo cumplen sus compromisos climáticos actuales, eso probablemente no sea suficiente para mantener el calentamiento global a 1,5 °C por encima de los niveles preindustriales, un umbral que los científicos creen que es necesario para evitar los peores impactos del cambio climático. Los esfuerzos de adaptación, reducción de contaminación y reciclaje actuales son escasos, dispersos y pasan por alto algunas de las comunidades más vulnerables. Y si el planeta se calienta mucho, es posible que veamos cambios irreversibles en algunos ecosistemas del mundo, lo que sería catastrófico para las personas y la vida silvestre que depende de ellos.

Volviendo al pronóstico de Sepúlveda sobre eventos climáticos severos y cada vez más frecuentes, los mismos se evidenciarán con más violencia. “Habrá prolongadas olas de calor, intensificación de las sequías, seguidas de precipitaciones cortas y extremas que pueden causar inundaciones repentinas. En la región del Caribe, ya se nota la presencia de huracanes cada vez más devastadores, como Dorian en 2019 que fue el más potente registrado en los últimos años”, añadió el experto climático. “Las altas temperaturas también generan más vapor en la atmósfera que deriva en fuertes lluvias e inundaciones”, sostuvo.

“El incremento en el nivel del mar también es un dato clave. En el siglo XX había subido 2,5 milímetros y ahora estamos en 3,9. Si crece unos pocos centímetros estamos hablando de la modificación de varias tierras que desaparecerán. Además es notorio el deshielo que está sufriendo el Ártico y el sector antártico”, precisó.

Cada fracción de grado de calentamiento hace una gran diferencia en la magnitud de los efectos del cambio climático, incluyendo la frecuencia e intensidad de las olas de calor, tormentas, inundaciones y sequías. Esto significa que cada acción que tomemos para limitar un mayor calentamiento hace una gran diferencia especialmente para las comunidades más vulnerables.

Según Sepúlveda, lo primero que debemos hacer para frenar esta escalada adversa climática es informarnos con fuentes precisas sobre los efectos dañinos sobre el medio ambiente. “Luego podemos realizar cambios en nuestros comportamientos diarios como el caminar más, usar la bicicleta o el transporte público en lugar del auto. Aquí en EEUU plantamos un árbol en el Día de la Tierra, por ejemplo”, dijo Sepúlveda, que también insistió que necesitamos compromisos climáticos globales más audaces, y en forma rápida para hacer la transición a la energía limpia y alcanzar las emisiones “netas cero” lo antes posible.

Calor extremo en 2022
Un calor extremo sin precedentes y la sequía generalizada marcaron el clima europeo en 2022, según el informe anual del Servicio de Cambio Climático del sistema satelital Copernicus de Europa, que advierte de que los fenómenos extremos son cada vez más frecuentes e intensos.

El año pasado, Europa vivió el segundo año más cálido y el verano más caluroso desde que hay registros, con olas de calor intensas y prolongadas en gran parte del continente, en especial la zona Sur, que soportó el mayor número de días de “estrés térmico muy fuerte” jamás registrado. En el último quinquenio, la temperatura media se situó unos 2,2 °C por encima de la media en la era preindustrial (1850-1900). Solo en 2022, los termómetros superaron en 0,9 °C a la media reciente (1991-2020). En verano, la diferencia subió hasta 1,4 °C.

En especial, preocupa el Ártico, cuyo clima está experimentando cambios drásticos y cuyas temperaturas aumentan mucho más rápido que en la mayor parte del resto del planeta, con 3 °C más que la media de la era preindustrial, frente al calentamiento global de 1,2 °C. Así, 2022 fue el sexto año más cálido registrado en el Ártico en su conjunto, y el cuarto año más cálido en las zonas terrestres. Una de las regiones más afectadas, fue el archipiélago de Svalbard, que vivió su verano más cálido, con temperaturas que en algunas zonas superaron en 2,5 °C la media.

Groenlandia también experimentó condiciones climáticas extremas, como un calor excepcional y lluvias en septiembre, en lugar de nieve. Las temperaturas medias del mes fueron hasta 8 °C superiores a la media y la isla vivió tres olas de calor. Para el director del Servicio de Cambio Climático de Copernicus (C3S), Carlo Buontempo, el informe pone de manifiesto “los alarmantes cambios del clima”, tras el verano más caluroso jamás registrado en Europa, olas de calor marinas sin precedentes en el Mediterráneo y temperaturas récord en Groenlandia.

Respecto a qué pasará el 2023, la directora adjunta del C3S, Samantha Burgess, ha señalado durante la presentación del informe que aunque no se puede afirmar que los europeos sufrirán más calor este año, sí se sabe que a mayor contracción de gases de efecto invernadero en la atmósfera (+2,4 % de CO2 en 2022) más probabilidad de que haya más años cálidos. El tiempo varía, hay años calientes y años fríos. Lo que ocurre es que la crisis climática amplifica esa variabilidad y hace que la probabilidad “de que haya años más cálidos aumente constantemente”, ha insistido Burgess, que ha subrayado que tanto el invierno como la primavera han sido más cálidos de lo habitual en muchos puntos.

El calor y la falta de lluvias, fueron caldo de cultivo para los miles de incendios forestales que arrasaron Europa, especialmente en el Sur. Estos fuegos, generaron las mayores emisiones procedentes de incendios desde el verano de 2017. En Francia, España, Alemania y Eslovenia se registraron las mayores emisiones de incendios forestales estivales de los últimos 20 años, al menos, y en el suroeste de Europa se produjeron algunos de los mayores incendios registrados en el continente.

Fuente: INFOBAE

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