Cinco razones por las que la acción por el clima necesita a las mujeres

  • 11 de marzo de 2023

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Al celebrar este mes el Día Internacional de la Mujer, es importante reconocer el papel vital que desempeñan las mujeres en la lucha contra el cambio climático.

Aunque el cambio climático afecta a todas las personas, no afecta a todos por igual. La vulnerabilidad al cambio climático se ve exacerbada por la desigualdad y la marginación vinculadas al género, etnicidad, bajos ingresos y otros factores sociales y económicos.

Las soluciones al cambio climático suelen ser más eficaces cuando abordan estas realidades.

Es donde las mujeres entran en juego. He aquí cinco razones de peso por las que las mujeres son esenciales para la acción climática.

Razón 1: La acción climática requiere el 100 por ciento de la población 
La mitad de la población mundial está compuesta por mujeres y niñas, pero a menudo, cuando se trata del cambio climático, se las deja fuera de la conversación. Pero, si queremos alcanzar el objetivo del Acuerdo de París de limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 grados centígrados, necesitamos de todos. Eso significa que más mujeres y niñas deben ser empoderadas e involucradas.

Necesitamos que las mujeres, en toda su diversidad, participen a todos los niveles, desde las salas de juntas y negociaciones sobre el clima hasta en los bosques y en los campos, especialmente en los sectores y regiones más afectados por los estragos del cambio climático.

Las mujeres indígenas, en particular, han estado a la vanguardia de la conservación del medio ambiente y poseen conocimientos y experiencia inestimables que pueden ayudar a aumentar la resiliencia y a reducir los gases de efecto invernadero. Incluir a más mujeres en la acción por el clima, permitirá crear un futuro más sostenible y equitativo para todos.

Razón 2: El empoderamiento de las mujeres significa mejores soluciones climáticas
Las mujeres constituyen casi la mitad de la mano de obra agrícola en los países en desarrollo. Cuando se les proporciona el mismo acceso a los recursos que a los hombres, las mujeres pueden aumentar su rendimiento agrícola entre 20 y 30 por ciento. Este aumento de la productividad no sólo mejora la producción agrícola total entre 2,5 y 4 por ciento, sino que también puede ayudar a reducir el hambre en el mundo entre 12 y 17 por ciento, según la ONU.

Capacitar a las mujeres en la agricultura también puede tener un impacto positivo en la adaptación al clima. Proporcionando tecnología y recursos adecuados, podemos promover prácticas agrícolas y de conservación más sostenibles. Y reduciendo la pobreza, podemos ayudar a las personas a adaptarse mejor a los efectos del cambio climático.

Invertir en las mujeres y las niñas tiene beneficios de largo alcance para las comunidades y los países. De hecho, investigaciones recientes demuestran que los países con una alta representación de mujeres en el parlamento tienen más probabilidades de ratificar los tratados internacionales sobre medio ambiente.

Razón 3: Las mujeres son clave para construir resiliencia climática en las comunidades
Cuando se trata de crear resiliencia climática en las comunidades, es crucial implicar a las mujeres. De hecho, la ONU informa de que las comunidades tienen más éxito en las estrategias de resiliencia y fortalecimiento de capacidades cuando las mujeres forman parte del proceso de planificación.

Además, las mujeres suelen ser las primeras en responder a las catástrofes naturales, lideran la reducción del riesgo de catástrofes y contribuyen a la recuperación posterior atendiendo a las necesidades de recuperación temprana de sus familias y reforzando la construcción de la comunidad.

Implicando a las mujeres en la planificación comunitaria y en la respuesta a las catástrofes, podemos construir comunidades más fuertes y resistentes, mejor preparadas para afrontar los retos del cambio climático.

Razón 4: El cambio climático nos afecta a todos, pero no igual
El cambio climático afecta a todos, pero no a todos por igual. Está bien establecido que el cambio climático tiene un mayor impacto en las personas en situación de mayor vulnerabilidad en el mundo, ya sea en países desarrollados o en vías de desarrollo, y exacerba las desigualdades existentes. Las mujeres se enfrentan a menudo a mayores riesgos y cargas por los impactos del cambio climático en situaciones de pobreza y debido a los roles, responsabilidades y normas culturales existentes.

Por ejemplo, en muchas sociedades, las mujeres son responsables de la energía doméstica, alimentos, agua y cuidado de los jóvenes y los ancianos. Especialmente en los países en desarrollo, las consecuencias del cambio climático pueden aumentar la carga de las mujeres y las niñas, por ejemplo, forzándolas a viajar más lejos para obtener suministros diarios, dejándoles menos tiempo para el trabajo remunerado y exponiéndolas potencialmente a un mayor riesgo para su seguridad personal. 

Pero hay una buena noticia: invertir en la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres tiene beneficios de largo alcance, como la conservación del medio ambiente, la reducción de la pobreza y la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Y además, al abordar el cambio climático con una perspectiva de género, también podemos abordar los derechos de las mujeres y promover una mayor equidad de género.

Razón 5: Los países reconocen la importancia de incluir la perspectiva de género en la planeación climática
La buena noticia es que las mujeres y las niñas están cada vez más capacitadas para contribuir a la acción climática y beneficiarse de ella.

Dentro del proceso de cambio climático de la ONU, muchos países han compartido cómo están integrando la perspectiva de género en diferentes sectores prioritarios dentro de sus planes nacionales de acción climática (Contribuciones determinadas a nivel nacional) y Planes Nacionales de Adaptación.

El Plan de Acción de Género acordado por los gobiernos en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) pide la participación plena, igualitaria y significativa de las mujeres en el proceso climático internacional y que se garantice un papel destacado para las mujeres en la toma de decisiones y en la acción climática.

Los gobiernos reunidos en el marco de la CMNUCC adoptaron en 2012 un objetivo de equilibrio de género en las delegaciones nacionales y en la política y acción climática nacional. Desde entonces, la secretaría de Cambio Climático de la ONU ha informado anualmente sobre la composición de género de las delegaciones nacionales y los órganos de toma de decisiones y políticas en el marco de la CMNUCC y el Acuerdo de París.

Lo que se necesita ahora es que los países sean deliberados en la forma en que tratan de lograr la paridad de género en la política climática local, nacional e internacional y en las funciones de toma de decisiones.

Fuente: CMNUCC

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