La responsabilidad de todos y todas: clave para lograr el reto de los ODS
- 07 de noviembre de 2022
Instituciones, empresas y particulares insisten en la necesidad de unir fuerzas y hacer un frente común para lograr cumplir los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, con el fin de conseguir un mundo mejor para todos, más humano y más respetuoso con el medioambiente que nos rodea.
Aunque aún quede un largo camino por recorrer, este se hará sin duda de la manera más justa y sostenible posible. España se encuentra dentro de los 193 estados de las Naciones Unidas que en 2015 se comprometieron a alcanzar un conjunto de metas a favor de las personas, el planeta y la prosperidad, la paz universal y el acceso a la justicia. En suma, en busca de un mundo mejor. Se trata de la ya tan conocida Agenda 2030, con sus 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Según los datos del último informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) sobre Desarrollo Sostenible, España ya ha conseguido 21 de las 169 metas de los mencionados ODS, y se espera que hacia el año 2030 haya obtenido nueve más. Nuestro país alcanza, o está cerca de hacerlo, las metas relacionadas con la satisfacción de las necesidades básicas, con la salud (objetivo 3), con la igualdad de género (objetivo 5) y con el abastecimiento de agua potable (objetivo 6). En un sentido diametralmente opuesto, España presenta problemas persistentes en otros campos, en especial en lo referente al medioambiente.
Estos datos publicados por la Red de Soluciones para el Desarrollo Sostenible son uno de los índices utilizados a nivel mundial para poder conocer el progreso de los 17 ODS de los distintos países. El informe ofrece además un panel de tres colores, en el que cada objetivo se marca con el color verde, amarillo o rojo. De esta manera, se indica si un país ya ha alcanzado el objetivo (verde), se encuentra en un punto intermedio (amarillo) o está lejos de conseguirlo (rojo). En esta edición, España pasa de tres rojos a cuatro en acciones climáticas, hambre cero, ecosistemas y trabajo decente y crecimiento económico.
Salud e igualdad de género
En lo que hace referencia a cuestiones relacionadas con la salud, España presenta excelentes resultados, superando la media de la OCDE y habiendo alcanzado ya las metas sobre mortalidad materna y neonatal y hallándose cerca de lograr las relacionadas con el combate de las enfermedades transmisibles como la hepatitis o la tuberculosis, las muertes por accidente de tráfico, las muertes o enfermedades por contaminación o la cobertura de vacunación. Únicamente presenta una tasa por debajo de la media en el consumo de tabaco, pues uno de cada cinco adultos fuma diariamente.
Un ámbito en el que en España se ha producido un avance especialmente significativo es en el de la igualdad de género, contando en la actualidad con uno de los marcos jurídicos más idóneos para avanzar en el camino de la mujer hacia la igualdad. En este sentido, resulta significativo que en el Parlamento la paridad de género entre ambos sexos está ya cerca de conseguirse. Por otro lado, la proporción de mujeres objeto de violencia física por sus parejas en los últimos doce meses es sin duda una de las más bajas de la OCDE. No obstante, aún quedan puntos por mejorar, pues las mujeres no superan el tercio de los puestos directivos en las empresas, no están bien representadas en el ámbito económico y siguen mayoritariamente desempeñando las labores del trabajo doméstico y los cuidados carentes de remuneración económica.
Independientemente de la igualdad de género, España es uno de los países que cumple con los requisitos para lograr una migración ordenada y responsable.
Son algunas de las cuestiones relacionadas con el medioambiente en las que España presenta unos resultados más bajos. Así, aunque la eficiencia energética ha mejorado, y las emisiones de CO2 por cápita han disminuido, la calidad del aire se sitúa bastante por debajo de los objetivos marcados por la Organización Mundial de la Salud. Por otro lado, el estrés hídrico en nuestro país es elevado, pero se entiende que los recursos están bien gestionados. La mayor parte de los habitantes tienen acceso al agua potable y a los servicios de saneamiento, aunque el 10% sigue desconectado del sistema público de tratamiento de aguas residuales
Los aspectos más críticos
Hasta la llegada de la COVID-19, España había experimentado en los últimos años una notable recuperación económica, especialmente debido a su gran oferta de empleo. Sin embargo, en la actualidad tanto el crecimiento de largo plazo del PIB como la productividad laboral se han visto muy afectados por la pandemia.
La tasa de desempleo en nuestro país es más del doble de la media de la OCDE y uno de cada cinco jóvenes en edad adulta ni trabajan ni estudian. Los gastos en investigación y desarrollo (I+D) son todavía bajos, pero presentan una tendencia positiva. Por su parte, las tierras degradadas suponen un quinto de la superficie total de España, además de existir un gran riesgo de extinción de los principales grupos de especies locales.
Por lo que atañe a la pobreza y la desigualdad de ingresos económicos, estos son aún elevados, mientras que los resultados en la enseñanza primaria y secundaria resultan insuficientes y la confianza de los ciudadanos en el sistema judicial es baja.
Fuente: El Heraldo