Lamentablemente existen situaciones completamente aberrantes en nuestro mundo, una de ellas es el trabajo infantil. La sociedad ha dado luchas contundentes contra situaciones que ponen en grave riesgo a las generaciones presentes y venideras pero desafortunadamente, por el impacto que ha despertado la actual pandemia, tenemos que volver a citar, hablar y sensibilizar sobre estas temáticas.
 
El COVID-19 ha afectado todos los indicadores de desarrollo humano, y por primera vez, luego de 20 años de baja en las estadísticas que acompañan esta problemática nos encontramos inmersos, una vez más, en situaciones tan preocupantes como ocupantes, y en este día en particular reflexionaremos sobre el trabajo infantil.
 
En lo que comenzó a afectar al mundo a partir del 2020 logró que luego de dos décadas de conquistas en políticas de desarrollo se vean reducidas, ya que aumentó considerablemente esta modalidad de trabajo en la cual se estima hoy día hay más de 160 millones de niñas y niños que se encuentran involucrados.
 
A partir de ellos y estos preocupantes datos, es que el 2021 ha sido declarado por las Naciones Unidas como el Año Internacional para la Eliminación del Trabajo Infantil, y que en particular el día de hoy fue establecido como el Día Internacional contra el Trabajo Infantil (12 de junio).
 
Estas acciones de sensibilización representan una clara contribución a la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y en particular a lo establecido en la meta 8.7 (ODS 8: Trabajo Decente y Crecimiento Económico) de poner fin al trabajo infantil en todas sus formas para el año 2025. Estas conmemoraciones pretenden aumentar la acción en la materia e intensificar los esfuerzos para conseguir acabar con estas prácticas que vulneran los derechos de los niños, las niñas y por consecuencia, de toda nuestra sociedad.
 
Entre las peores formas de trabajo infantil se encuentran la esclavitud, el reclutamiento forzado, la prostitución, la trata, la obligación de realizar actividades ilegales y la exposición a cualquier tipo de peligros, sumadoa ello casi la mitad de los 160 millones de niñas y niños afectados realizan trabajos peligrosos que ponen directamente en peligro su salud, seguridad y desarrollo integral.
 
Quedan poco menos de 4 años para cumplir la meta establecida en la Agenda 2030 y la pandemia del COVID-19 con el consecuente cierre de establecimientos educativos, pérdida de empleos y el aumento de la pobreza, ha llevado a un aumento significativo del trabajo infantil.
 
En este contexto, todos las personas, sectores y actores son importantes. Desde la sociedad civil y la ciudadanía podemos sensibilizar y sensibilizarnos sobre estas prácticas nocivas, seamos empáticos para que situaciones aberrantes no puedan existir en nuestros pueblos y ciudades, en nuestro país y en el mundo.
 
Desde nuestro rol de consumidores ser conscientes e informarnos sobre los productos que compramos, de dónde se obtienen, en qué contextos se producen y cómo logramos constituirnos como consumidores conscientes y responsables, tanto desde lo ambiental como desde lo social.
 
Las empresas son también actores clave para acabar con el trabajo infantil y el trabajo forzoso, y por ello es preciso que establezcan objetivos y adopten medidas concretas que contribuyan al logro de esta meta en particular. La Alianza 8.7 es una alianza mundial oficial para la consecución de la meta 8.7 de los ODS. Su misión es ayudar a los estados miembros de las Naciones Unidas para que adopten medidas eficaces que les permitan cumplir la meta a 2025 y erradicar el trabajo forzoso y la trata de seres humanos para 2030.
 
Desde los Estados, y en todos sus niveles, procurando espacios de diálogo, acciones, monitoreo y seguimiento de los indicadores que se involucran con el trabajo infantil. Impulsar acciones conjuntas con empresas, sindicatos, emprendedores y PyMEs, impulsando comités contra el trabajo infantil y sensibilizando a la sociedad. Acciones de asistencia social para poblaciones y territorios vulnerables ayudan a la hora de afrontar decisiones negativas en los hogares, brindar acceso a la educación en todas sus formas es una acción más que efectiva para que no proliferen estas prácticas nocivas. Acompañar a las familias, establecer políticas efectivas de niñez, generar condiciones legales que no permitan este tipo de trabajo y que sean fuertemente aplicadas con sanciones ejemplificadoras para que no se reproduzca.
 
Desde la Red Internacional de Promotores ODS creemos fervientemente que tenemos que darnos el tiempo para reflexionar en este día y ante esta situación, y en actuar en consecuencia. Por ello, es que el día de hoy queremos compartirles diversos documentos, artículos, materiales, sitios de referencia para que puedan sensibilizar y acompañar este día y año particular contra el trabajo infantil.
 
Creemos que hoy más que nunca tenemos que involucrarnos en temáticas que afectan el desarrollo del mundo en su totalidad, para que de una vez y para siempre terminemos con este y otros flagelos sociales, porque estas situaciones afectan y afectarán, tanto el presente como el futuro, al igual que a todas las generaciones que están y que vendrán, es hora de actuar, porque la indiferencia es aceptación, y esto no es un juego.
 
Carlos Amanquez
Fundador y Secretario General
Red Internacional de Promotores ODS