Cinco desafíos de desarrollo sostenible para 2021

  • 08 de enero de 2021

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El año 2020 batió récords en materia de desastres naturales, salud global y emergencias humanitarias, empujando a líderes de los cinco continentes a comprometerse con un futuro más sostenible y equitativo. Estos son cinco de los desafíos sobre los que los poderes políticos y económicos tendrán que actuar, y rendir cuentas, en este recién estrenado 2021.

1. Recuperación verde de la covid-19
Pandemias emergentes como la covid-19, el ébola, VIH, SARS, MERS no son hechos aislados, sino que forman parte de una tendencia. Las enfermedades humanas de origen animal, llamadas zoonosis, son fruto de la destrucción creciente de los ecosistemas naturales, el tráfico ilícito de animales salvajes y la ganadería industrial mal gestionada, que aumentan el contacto entre especies y las posibilidades de que un patógeno acabe pasando de una a otra. Durante la Cumbre de Biodiversidad de la ONU en septiembre, la Unión Europea se sumó a líderes de los cinco continentes para comprometerse con una recuperación económica verde de la pandemia y abordar la salud animal, humana y de los ecosistemas naturales de forma coordinada, un enfoque conocido como One Health (Una Salud). En mayo, los países negociarán la hoja de ruta sobre biodiversidad para la próxima década, parecida al Acuerdo de París sobre el clima. Por este y otros motivos, 2021 será un año para seguir de cerca cómo lo están haciendo la UE, España y el resto de Gobiernos nacionales y subnacionales que se han comprometido a restaurar el equilibrio entre las personas y el planeta que las sustenta.

2. Punto de inflexión para el clima
Hasta la fecha, 126 países han anunciado planes de neutralidad de carbono, o sea, de cero emisiones netas de gases de efecto invernadero. Sin embargo, los países del G20 están destinando un 50% más en incentivos fiscales para combustibles y sectores altos en carbono que en energías limpias, alertó este diciembre el secretario general de la ONU António Guterres durante la Climate Ambition Summit 2020. Según un informe de ONU Medio Ambiente, los confinamientos por la covid-19 han tenido un impacto insignificante en la lucha contra la crisis climática. El mundo sigue rumbo a un aumento catastrófico de más de 3 °C este siglo, pero hay esperanza si los Gobiernos y el sector privado dan un golpe de timón. Crear estímulos económicos con el clima en mente puede reducir en hasta un 25% las emisiones previstas para 2030, evitando los peores efectos del calentamiento global. Pero hay que hacerlo ya.

3. La epidemia de la resistencia a antibióticos
El nuevo coronavirus amenaza con acelerar el desarrollo de la resistencia microbiana a los fármacos a nivel global. Uno de los motivos es el uso de antibióticos de amplio espectro a gran escala para prevenir co-infecciones bacterianas, aunque estas solo se acaben dando en una pequeña parte de los casos. La resistencia a fármacos ya causa 700.000 muertes al año y, antes de la covid-19, la Organización Mundial de la Salud (OMS) preveía que alcanzase los 10 millones en 2050. Por todo ello, los expertos llaman a distribuir de forma rápida y equitativa las vacunas del nuevo coronavirus y a invertir en el desarrollo de nuevos antimicrobianos, además de combatir el uso inadecuado de antibióticos en las personas y el ganado. El objetivo: pasar a la acción contra la que podría convertirse en la primera causa de muerte en solo 30 años.

4. Acción humanitaria bajo presión
El año ha llegado a su fin con un último récord: 235 millones de personas necesitarán ayuda humanitaria y protección para sobrevivir en 2021, un 40% más que en 2020. Según el responsable de emergencias de la ONU, Mark Lowcock, el aumento se debe “casi por completo a la covid-19”, que viene a sumarse a los impactos de la crisis climática y a una serie de conflictos enquistados, como el de Yemen, y emergentes, como los del norte de Etiopía y Mozambique. Este diciembre, la organización pidió 35.100 millones de dólares para cubrir las necesidades humanitarias en 2021, frente a los 28.800 solicitados para atender a 168 millones de personas en 2020. Sin embargo, las donaciones de los países suelen quedar cortas: en el último año, los 17.300 millones de dólares aportados solo dieron para ayudar a 98 millones de personas. ¿Cómo responderán ahora los países donantes, absorbidos por las crisis sanitaria y económica dentro de sus propias fronteras? ¿Y cómo transformará la covid-19 la distribución de la ayuda humanitaria?

5. Cuenta atrás para los ODS
En 2020 empezó la cuenta atrás para alcanzar los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS) de la ONU, fijados para 2030. Luego llegó la pandemia. Según la ONU, esta ha causado el primer aumento de la pobreza global en décadas, con 71 millones de personas afectadas por la miseria extrema en 2020, y se prevé cerrar el año con 270 millones de afectados por la inseguridad alimentaria aguda, un 82% más que antes de la crisis sanitaria. Entre los países en riesgo inminente de hambruna este 2021 están Sudán del Sur, Yemen, Burkina Faso y el noreste de Nigeria. Entre otras cuestiones, también se prevé que, en África subsahariana, las muertes por malaria se disparen un 100% debido a las cancelaciones de servicios durante la pandemia.

Un colectivo que sale especialmente damnificado son las mujeres y niñas: en algunos países, el confinamiento ha conllevado aumentos de hasta el 30% en los casos de violencia machista. El despliegue masivo de la vacuna podría ayudar a reconducir algunas de las estadísticas, pero 2021 será un año de incertidumbre para muchas otras.

Nota a los lectores: EL PAÍS ofrece en abierto la sección Planeta Futuro por su aportación informativa diaria y global sobre la Agenda 2030, la erradicación de la pobreza y la desigualdad, y el progreso de los países en desarrollo

Fuente: El País

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