Queridas Promotoras y Queridos Promotores,

No queremos dejar pasar las últimas horas de este año 2020 sin compartir con todas y todos ustedes lo que este año nos dejó, tanto en desafíos como en oportunidades.

El 2020 se caracterizó por un hecho sin precedentes en la historia moderna de nuestra sociedad, una pandemia impensada en medio de un proceso histórico continuo de mejoras en áreas como la salud, las tecnologías y los nuevos conocimientos. Nos vimos impactados por una situación disruptiva, que planteó desafíos de una magnitud desconocida para las personas, los territorios, y las instituciones públicas y privadas, así como también supuso una interpelación al orden mundial vigente, y a sus organismos técnicos, de control y cooperación.

La pandemia también hizo que 2020 haya sido un año de introspección, reflexión y análisis. Reconocimos nuestras falencias como sociedad, resignificamos nuestros vínculos con la naturaleza, y comprendimos la fragilidad de nuestro sistema socioeconómico.

Tímidamente, iniciamos una nueva historia que puso de relieve aquellos valores y sentimientos que la humanidad necesita para superar la crisis y proyectarse. La cercanía y la amistad, representadas en acciones tan sencillas pero enaltecedoras como un abrazo, un apretón de manos, el compartir con seres queridos un espacio común, han adquirido un estatus que creíamos olvidado, o que habíamos subestimado.

El planeta nos ha dado señales de alerta, tantas como oportunidades de reflexión durante décadas, y no escuchamos ese murmullo transformador, pero hoy tenemos una oportunidad más, quizás la última, para comenzar a compensar ese uso en extremo abusivo que hemos hecho de la naturaleza.

No podemos seguir iguales ni continuar indiferentes, bajo ningún concepto, luego de esta pandemia. Esta situación puso luz sobre aquellos pilares que han sustentado durante décadas a este sistema: injusticia, desigualdad, falta de oportunidades, pobreza y exclusividad.

Como Promotores y Promotoras ODS, desde cualquier abordaje, acción e institución, estamos más conscientes que nunca de que el camino es uno sólo. El Desarrollo Sostenible, del cual hablamos hace más de treinta años, y que en la actualidad representa la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y sus 17 ODS, es ese sendero de compromiso, esfuerzo y dedicación que necesitamos para transformar nuestro mundo de una vez y para siempre, pensando no sólo en el presente de nuestra sociedad sino también en su futuro.

Es muy valioso vislumbrar el horizonte, como así también el reconocer que aunque somos conscientes de la misión y la visión que perseguimos, aún nos falta encontrar la mejor forma para llegar allí. Es en ese proceso que resulta fundamental que tengamos más presente que nunca los Objetivos de Desarrollo Sostenible, y que impulsemos en todo espacio y desde cualquier lugar esta agenda de transformación sin precedentes en la historia de la sociedad y de sus sistemas.

Creatividad; liderazgo; compromiso; pasión; empatía; unidad; fraternidad; valor; comunidad, pensamiento analítico y crítico; diálogo y acción son las principales habilidades que precisamos para impulsar de forma conjunta, colectiva y consistente todo ese mar de igualdad, justicia, inclusión y humanidad que tanto precisamos en la actualidad.

Llegó el momento de darlo todo. De poner toda nuestra energía, amor, recursos y acción para lograr en la próxima década una sociedad diferente, nueva y transformadora, basada en el desarrollo sostenible. Llegó el momento de darlo todo, más aún luego de esta pandemia, para realmente no dejar a nadie atrás e incluir a todas y todos en este proceso tan necesario e impostergable que implica un nuevo concepto del proceso de desarrollo global.

Desde la Red Internacional de Promotores ODS estamos dando nuestros primeros pasos, acompañando a quienes en el día a día impulsan proyectos y acciones en el marco de los ODS, y acompañarnos entre todas y todos, comprendiendo que nada será sólido y duradero sino lo hacemos en comunidad, con unidad y de manera integral.

Durante el 2020 la Red ha logrado integrar a más de 6.500 personas de 34 países, y en 18 de ellos se construyeron sus redes nacionales para la localización de la Agenda 2030; se promovieron instancias formativas regionales desde 12 países; a través de jornadas, seminarios, cursos y talleres se llegó a más de 49.000 personas; se conformó el Programa Internacional de Educación para el Desarrollo Sostenible con más de 1.200 voluntarias y voluntarios distribuidos en 11 líneas concretas de incidencia; se realizaron dos Mapeos de Buenas Prácticas en ODS con 670 iniciativas mapeadas; se desarrolló la Primera Semana de Acción por los ODS con 5.012 participantes, 180 expositores y 200 voluntarios; el Manifiesto Ciudadano por los ODS, que representa el espíritu de las y los Promotores ODS, alcanzó la adhesión de 377 instituciones de todo el Mundo, y se promovieron los 16 días de Activismo contra la Violencia de Género en el marco de la Campaña “Pinta el Mundo de Naranja”,  y esto representa sólo el comienzo.

El 2021 nos plantea como Red, como Promotores, como Odeseanos, grandes propuestas. Comenzar a levantar los pilares para una nueva sociedad y economía, una refundación de nuestra relación con la naturaleza, tan esencial como prioritaria en la agenda de pasos urgentes.

Esperamos que en estos días reflexionemos sobre nuestro rol, compromiso y acción en todo este proceso. No estamos solos, somos millones. Estamos juntos, tenemos más fuerza. Comprendemos el sendero, construimos el camino. Compartimos información, logramos la acción. Estamos construyendo un futuro mejor, lograremos ese mejor futuro.

Cuando recibamos el año nuevo pidamos al mundo entero una oportunidad más para transformar esta realidad, y la fuerza y el valor necesario para lograrlo.

Mi más grande y fraterno abrazo.

Carlos Amanquez - Secretario General de la Red Internacional de Promotores ODS